Reciclas? Eres de los que se preocupan de separar en casa la basura entre orgánico, cartón, vidrio y envases?Has pensado alguna vez que te están tomando el pelo?

El otro día me hablaron regular de Ecoembes, la empresa que se encarga de gestionar lo que echamos al contenedor amarillo (envases) y me puse a ver que aparecía por ahí de este tema.

Para empezar, solo con leer que tanto Ecoembes como su homóloga del vidrio, Ecovidrio, se oponen al sistema de retorno de envases (SDDR), defendido por grupos ecologistas, ya empieza a interesarme el tema.

Empiezo por ver lo que dice Retorna, que es una iniciativa sin ánimo de lucro integrada por la industria del reciclado, ONG ambientales, sindicatos y asociaciones de consumidores que trabaja para mejorar el sistema actual de recogida de residuos de envases (contenedor amarillo y verde) que no reutiliza y recicla deficientemente.

Lo primero que me encuentro es que mientras Alemania ha implantado un Sistema de Retorno que recicla el 98,5% de los envases convirtiéndolos en nuevos envases, en España sigue funcionando el Sistema Integrado de Gestión o SIG (contenedores azul, amarillo y verde) que tan sólo recoge selectivamente 3 de cada 10. ¿Y qué pasa con el resto? Cada día, en nuestro país se abandonan en el medio ambiente, se vierten o incineran 28 millones de envases de bebidas.  De otros cuatro millones se desconoce el destino…(ir al artículo)

Frente a la situación actual en España, Retorna propone el Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR), comunmente conocido como Sistema de Retorno de envases. Este sistema, complementario a los SIG actuales, funciona en otras regiones del mundo con gran éxito:
Depósito significa que hay un valor económico asociado a cada envase, un incentivo para que ese envase vuelva a la cadena de producción en las mejores condiciones para su reciclado y que esa cantidad no es un impuesto o un coste extra, sino un adelanto.

Devolución significa que esa cantidad que el consumidor ha adelantado se le reembolsa en su totalidad cuando el envase se entrega de nuevo en el comercio.

Retorno significa que el envase vuelve a la cadena de producción, es una materia prima en condiciones de convertirse en cualquier nuevo producto, el ciclo se cierra y no hay residuos, sino recursos.

¿Por qué se opone Ecoembes a este sistema? ¿Por qué han denunciado a quien ha intentado implantarlo? Veamos algunos datos:

En el artículo de eldiario.es del 15/05/2018 dice que la compañía que gestiona Ecoembes, organización «sin ánimo de lucro», tuvo una cifra de negocio de 494,1 millones en 2016 y contó con 84 convenios públicos.

En su accionariado participan, entre otras, Bimbo, Campofrío, Codorniú, Colgate, Danone, Freixenet, Gallina Blanca, l’Oreal, Nestlé y PepsiCo.

Han recurrido un proyecto de ley en Baleares que busca implementar el sistema de retorno de envases, que complementaría al actual modelo de Ecoembes, deficiente según el Govern balear. Los recurrentes consideran que la normativa ataca a la unidad del mercado dentro del Estado y que es contraria a la Constitución.

«Con Ecoembes y Ecovidrio se pierden muchos envases, no son reciclados. Las empresas pagan el ‘Punto Verde’ por cada botella, pero ese ‘Punto Verde’ no está en todas las botellas que circulan en España, solo en una parte. Es un cierto fraude. En cambio, con el SDDR tendrías controladas el 100% de las botellas que se comercializan en España y las empresas pasarían a pagar por el coste real, cosa que no hacen ahora»

 

El artículo de okdiario.com del 27/09/2016 habla de que Ecoembes se define como una “organización sin ánimo de lucro que se dedica a la recuperación de envases en toda España”, pero sus directivos cobran el doble que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, según el propio informe anual de la compañía de 2015.

La Alta Dirección de Ecoembes (formada por diez directivos) se embolsó, en total, 1,6 millones de euros. Cada alto cargo de la organización habría ganado así un sueldo medio de 161.000 euros al año, unos 13.500 euros mensuales.

 

Según el artículo de productordesostenibilidad.es del 06/02/2016, gracias a ecoembes ni siquiera sabemos cuantas latas de alumninio se reciclan en España. Ni cuantos briks, ni cuantas botellas de agua… El modelo actual es un sistema de caja negra en el que no tenemos datos de los envases vendidos con el punto verde, no sabemos cuantos se recogen en el contenedor amarillo, no sabemos cuantos llegan a las plantas de clasificación de envases y no sabemos cuantos se recuperan para reciclaje.

El problema de fondo está en que si retiramos del conenedor amarillo los residuos más atractivos para un SDDR ecoembes se queda sin sus toneladas de latas de refrescos con las que hacer trampas al solitario: se descubriría que una parte importante de los 400 millones de euros anuales que maneja, a cargo del punto verde, no siven para el fin con el que se recaudan. Así, en vez de desincentivar los envases menos sostenibles, la “empresa sin ánimo de lucro” nos intenta convecer de que necesitamos una sociedad del reciclado en la que mantener su modelo de negocio: cobrar por envases que se pueden reciclar, a pesar de que no se reciclen.

 

 

En este artículo de elsaltodiario.com del 12/01/2019  ponen como curiosidad ilustrativa que si uno se va al Asistente Inteligente de Reciclaje (A.I.R.-E), el “bot de dudas sobre reciclaje” que la empresa ha puesto a disposición de la ciudadanía, y se le pregunta por los Sistemas de Depósito Devolución y Retorno (SDDR), por el que abogan al unísono las organizaciones ecologistas para mejorar las tasas de reciclaje en España y del que Ecoembes es el principal lobbie opositor, la respuesta es “aquí lo más importante es resolver tus dudas sobre el reciclaje, no nos vayamos por las ramas”, con emoticono de carita y guiño de ojo incluido.

Otra cosa es que como resalta el asesor de gestión ambiental y bloguero en Productor de Sostenibilidad, Alberto Vizcaíno, estas compañías “tienen que hacerse cargo de la gestión del 100% de los envases que ponen en el mercado”. Pero no llegan, ni muchos menos, a esa cifra. Según Ecoembes, “en 2017 se reciclaron más de 1,4 millones de toneladas de envases ligeros y envases de cartón y papel en todo el territorio nacional, alcanzando una tasa de reciclado del 77,1%”. La Alianza Residuo Cero, que agrupa a Greenpeace, Ecologistas en Acción, Surfrider España, Rezero, Retorna y Amigos de la Tierra, rebaja esa cifra considerablemente. Hablando de envases, “tan solo llega a un 30%”, exponía el colectivo durante su presentación al público el pasado 21 de noviembre. La Unión Europea marca tasas obligatorias de reciclado para los países miembros en un 50% para 2020. Y Vizcaíno rebaja incluso aún más la cifra: “Los contenedores amarillos de Madrid, en 2016, recogieron un peso equivalente al 16% de los residuos de envases recogidos en la ciudad, ¿cómo llega Ecoembes a un reciclaje de más del 70%?”.

También ecologistas en acción en su revista ecologista nº 84, residuos   hablan de la hipoteca de los residuos de envases:
Ecoembes, un sistema de gestión de envases a medida de la industria.
Un aspecto poco conocido por el público y contradictorio con la intensa propaganda que difunde Ecoembes por los medios, intentando identificar su actividad en exclusiva con el reciclaje de los envases de un solo uso, es el apoyo que da a la incineración de los envases.

Ecoembes financia a las 10 incineradoras de residuos municipales existentes en el Estado español por la destrucción térmica de los residuos de envases que se incineran en esas plantas. Además, financia a los Ayuntamientos o Consorcios que trasladan sus residuos de envases recogidos selectivamente a esas incineradoras, y que les supone un sobrecoste sobre el modelo tradicional de traslado a vertedero. Esa segunda vida en este caso sería la supuesta recuperación de energía en el proceso de incineración y la conversión del envase en escorias y cenizas que habrá que trasladar a vertedero.

Además, los objetivos de Ecoembes no se limitan a financiar la valorización energética (eufemismo de la incineración) en las incineradoras de residuos municipales, sino que también promueven la utilización de los envases para elaborar combustible derivado de residuos (CDR) para su utilización en plantas cementeras, altos hornos o cualquier tipo de horno industrial.

 

-Campaña de GreenPeace:

Esto son más de 30.000 toneladas de plástico amontonadas en un vertedero ilegal.
Es plástico descartado en el proceso de reciclaje y que termina en lugares como este y en el medio ambiente.

 

Toneladas de envases de plástico siguen invadiendo el medio ambiente, y el reciclaje no está parando esta crisis. ¿Por qué? Porque nos están mintiendo.

El sistema de gestión de residuos de envases en España está controlado por Ecoembes, una empresa que trata de hacerse pasar por organización medioambiental, pero que en realidad está formada por las mismas marcas que nos inundan de plástico y que no tiene ningún interés en reducir el plástico de un solo uso.

Ecoembes obtiene sus ingresos de los envases consumidos y desechados, así que, cuantos más envases de usar y tirar se produzcan, más aumenta su negocio.

Aunque aseguran que su tasa de reciclaje es del 75%, la realidad es que solo se recicla el 25% de los envases de plástico. El resto acaba enterrado en vertederos, exportado a otros países con menos recursos, arrojado a nuestros campos y mares o incinerado, generando grandes cantidades de CO2.

No podemos seguir manteniendo un sistema de gestión de residuos tóxico para el medio ambiente y para las personas y que solo favorece a las empresas que se enriquecen con la producción y desechado de envases.
Firmar la petición

El sistema está fallando. Firma y exige un cambio de modelo.

 

Ni todo lo eco es tan eco, ni todo lo bio es tan bio.